jueves, 21 de mayo de 2015

Entre paréntesis

ENTRE PARÉNTESIS

Santos Rejas Rodríguez



Poco antes de salir de casa vi que la hora se me había echado encima. Y esa fue la causa de mí caminar apresurado en busca de alguna obra en ejecución. Sin duda la aceleración en el andar, unida a la natural ansiedad que me embargaba por temor a no hallar ni siquiera una reparación de avería de agua, gas o similar con la que rellenar la mañana, me impidieron ser consciente de que caminaba, desde Dios sabe cuánto, con el cuerpo entre paréntesis, o sea con los brazos separados y en arqueo…

La reacción primaria fue la de mirar a un lado y otro, e incluso y con disimulo hacia atrás, por si alguien me estaba mirando. Secundariamente, y como soy algo introspectivo como ya he dejado escrito por ahí, pasé a lo del análisis interno de lo externo: ‘no tengo escoceduras en las axilas’, ‘la camisa no me roza’, ‘lo de los golondrinos ya no se lleva’… ¿entonces? Simultáneamente a la pregunta saltó la respuesta: ¡ostias, aprendizaje por imitación!





Como una película en HD me vinieron a la mente personajes de mi gimnasio, levanta pesas en concreto, que últimamente han llamado mi atención y caminan de ese modo: brazos como signos de apertura y cierre de paréntesis a ambos lados de un cuerpo en pausado caminar. El de las siglas FBI en la camiseta, me preocupa menos. Sé que ese organismo no tiene jurisdicción por aquí. El otro sí me inquieta. Luce en su espalda de stallone ‘policía de paisano’ y recorre una y otra vez el gimnasio escrutando a todos los presentes. Cuando le veo aproximarse resuena en mi cabeza la sintonía del OK Corral…y yo sin escopeta.


No soy curioso del entorno pero cada vez que se acerca, y no tiene a mano ninguna de las pesas de quintal que suele agitar, me entran ganas de cantarle por los dinámicos: ‘¿qué misterio hay en tus ojos/y en tu forma de mirar…? Pero de inmediato me digo: ¿y si se lo toma por lo equívoco? Y me vengo abajo en las ganas.

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