domingo, 17 de febrero de 2013

En la higuera...



CRUELES INTERROGANTES


Santos Rejas Rodríguez


Somos espectadores de un enseñar de cuentas y cuentos como si fueran las vergüenzas del prójimo. Mas bien ocurre que  un atajo de sin vergüenzas han entrado en ese juego del distraer, como los payasos circense cuando el león está devorando al domador. Juego y espectáculo que, personalmente, me importa una higa y que, creo, que a la inmensa mayoría de los ciudadanos tampoco les interesa si tú más y yo menos o viceversa. Producen rubor y repulsión todos esos personajes de quienes tenemos, cuando menos, la convicción moral de que  están pringados hasta las cachas. Porque digan lo que digan, y enseñen lo que enseñan – y quizás por eso- estamos seguros que se han forrado, se están forrando y, si no ponemos remedio, se forrarán. Unos más y otros menos, pero con escasas excepciones…y con nuestros dineros.

Esta clase política no se entera de que el interés de los ciudadanos está centrada en los millones de parados, en la economía hundida y en sus soluciones…ya.



O quizás sí, quizás son ellos unos enterados y nosotros los ignorantes y de ahí el panorama.

¿Qué podemos hacer para que se enteren de una vez de que no es esto, no es esto, lo de los cuentos y cuentas? ¿Hablar más claro? ¿Más alto?

Sabemos que una alternativa es no votar a ninguno de ellos en los comicios venideros pero ¿qué hacer mientras tanto?

Y otra, y cruel interrogante: aparte de los pesebreros ¿seguirán existiendo tontos útiles, e inútiles, que voten a unos y otros de los que han estado y están? ¿Visto lo visto? Pues eso.


(Publicado en www.nuevatribuna.es el 16 de febrero del 2013 y en la edición impresa del HOY de Extremadura el 18-02-2013))

viernes, 8 de febrero de 2013

...Es la cuestión?

RESCATE O NO RECATE… ¿ESA ES LA CUESTIÓN?





Santos Rejas Rodríguez




Si hacemos caso a las tesis de don Milton Friedman, a sus enseñanzas y a los discípulos y seguidores de dichas enseñanzas, podremos llegar a la conclusión de que muchos, por no decir todos los ‘males’ que asolan nuestro país, en general, y los referidos a los escándalos públicos sobre corrupción, en particular, tienen un origen claro: el no haber pedido aún el rescate.



España, nuestro país, pese a todo lo que esta cayendo y lo que queda por caer, es aún moderadamente libre. No se han hecho con él, por completo, los nuevos señores de la guerra, los fundamentalistas del capitalismo, y ahí les duele. Son ellos quienes alimentan y dirigen a los corruptos, sus denuncias y escándalos, para hacer labor de zapa, de avanzadilla que propicie la devastación. Son los señores de la guerra moderna, con armas que no hacen ruido pero que asolan por completo las naciones y a sus nacionales. Y aquí, hasta este momento histórico, la destrucción total no la han conseguido todavía como en países de nuestro entorno o allende los mares, donde controlan ya las economías y sus políticas de modo absolutistas y en inexorable progresía.

Ese es el objetivo también en nuestro país. Que el Gobierno quede supeditado del todo a su arbitrio. Que el rescate propicie la ocupación de los ‘hombres de negro’ que fijen las directrices económicas y políticas. Que los ‘suyos’ se ocupen del Estado…del estado de su bienestar, claro. Y con la devastación total conseguida iniciar un resurgir nuevo, que no novedoso, donde todos los servicios públicos esenciales que resten: sanidad, educación, seguridad, transporte…sean privatizado y pasen a manos privadas, a las suyas, es obvio.

Por tanto, y hasta que ese objetivo sea logrado, seguirán apareciendo trapos sucios, sospechas, maledicencias, insidias, verdades completas y a medias, que desgasten por igual al Gobierno y a la Oposición hasta lograr el holocausto y la llegada de los salvadores que, por el bien de España, nos aten de pies y manos férreamente.¿Rescate sí...? Sería como un acogerse a sagrado, pero a la inversa. O sea.

(Publicado en la edición impresa del Diario HOY, de Extremadura el 8 de febrero del 2013)