Última reflexión…de este año
Santos Rejas Rodríguez
Estoy leyendo Origen, la última ocurrencia de Dan
Brown. No voy a hacer la crítica, para eso están los especialistas o sesudos
tertulianos. Tampoco desvelar nada que incomode a futuros lectores, spoiler los
llaman los guiris y algunos gil hispanohablantes. Mi reflexión en este día del
fin de año camina de la mano del título, Origen, y de los interrogantes ¿Quiénes
somos, de dónde venimos y a dónde vamos?
A buen seguro que los Neandertales, preocupados por
lo del vivir, no se cuestionaron la trascendencia pero, al igual que soga y
caldero, una vez resuelto lo primero, o sea el pan de cada día, y con los
griegos al acecho, llegó el filosofar. Ellos dieron el pistoletazo de salida a
los portadores de soluciones a los acertijos: del Big Bang a la evolución natural
pasando por la creación mágica del cielo y la tierra y la costilla de Adán…hipótesis
todas ellas válidas, pero no contrastables para dar respuesta a ¿de dónde
venimos? Ni ¿a dónde vamos?
Diferente cuestión es ¿Quiénes somos? Y aquí, donde
quería llegar, relato una anécdota personal: Hace unos años, esperando la fase
de verde peatonal, observé en la acera de enfrente un grupo que, sin duda
alguna, me señalaban y hablaban entre sí. Al cruzarse nuestros caminos, una de
las integrantes me abordó: Perdona ¿tú eres…? ¡Sí! Respondí presuroso, ¡pero no
lo digas! Y me alejé con precipitación mientras escuchaba a mis espaldas: ¡Veis
como era él!
He recordado en muchas ocasiones el encuentro y he
de confesar que alguna de las veces me he arrepentido de no haber tenido el
valor de volverme y preguntar a la interpelante ¿Quién soy yo? Me justifico diciéndome
que el conocerse, el saber de verdad ¿quiénes somos? ¿Quién soy?, está entre
los miedos atávicos.
Quizás en el nuevo
año…