¿Un paréntesis?
Santos Rejas Rodríguez
Schopenhauer, además de misógino y filósofo, fue
profesor de la Universidad de Berlín. En el inicio de uno de sus cursos formuló
esta pregunta a sus alumnos: —¿Quisiera saber si alguno de ustedes conoce mi
ensayo «La influencia de la mentira en las relaciones humanas»? Se levantaron
muchas manos. Schopenhauer, sin perder la compostura, exclamó: —Bien. Ahora sé
que puedo tratar este tema con conocimiento de causa…jamás he escrito ese
ensayo.
Han transcurrido un par de siglos desde entonces y,
sin duda, veinte con anterioridad hasta llegar a la pregunta del profesor. Y la
mentira sigue influyendo, y presidiendo, las relaciones entre humanos:
economía, política, religión, familia, pareja…inundación total. ¿Y presumir de
la ignorancia? Basta con escuchar un instante a los «expertos tertulianos»,
comodines del saber, para salir de dudas.
¿Si desapareciera la mentira, el falso saber, el
disimulo y el mirar de lado, o a otro lado…se modificarían las relaciones entre
humanos? ¿Para mejor?
Soy uno más de los átomos que decidió sacudirse la
Nada para ser mortal. ¿Un acierto, me digo, haber cambiado la eternidad sideral –en
donde la mentira no tiene asiento- por la fugacidad mundana? ¿Es posible el
cambio de sentido y lo pasado, pasado? ¿Es la vida un simple paréntesis en la
Nada? ¿O la gran mentira entre la Nada y nada?
¡Uf, qué calores!
Impropios de la época…dicen.