Desamor…celos…acoso
Santos Rejas
Rodríguez
Hace unos días, en un canal de televisión –no recuerdo cual- vi una
grabación en la que una chica joven iba recibiendo mensajes en su teléfono
móvil con una intermitencia abrumadora y obsesiva. Por una amiga presencial, en pregunta
interrogativa afirmativa, los espectadores quedamos enterados que el autor de
los mensajes era la pareja afectiva de la receptora a quien demandaba a cada instante ¿Dónde?
¡Porqué! ¿Con quién? ¿Qué llevas puesto? Es decir controlando su vida paso a
paso. Celos y acoso, concluye la amiga aconsejándola que rompa con él de inmediato
y/o que denuncie el hecho.
Informar, educar, prevenir, buscar soluciones, perfecto pero…incompleto si
la campaña se queda ahí. La especie humana se compone de dos géneros. El
desamor, la infidelidad, los celos, el acoso, la violencia…no es patrimonio
exclusivo de uno de ellos. En virtudes y defectos existe un común denominador.
¿En proporciones diferentes? Unos sí, otros no y los más repartidos conforme a
las diferencias individuales de mujeres y de hombres. Será preciso, es evidente, incidir en aquellos aspectos en que las
desproporciones sean mayores para corregirlos pero informar, educar, prevenir y
dar soluciones debe ser para ambos géneros.
Tengo hija e hijos. No querría que mi hija fuera objeto de ningún tipo de
violencia o acoso. Pero tampoco que lo sufrieran mis hijos. He intentado
educarlos en el respeto al ser humano sea hombre o mujer. Así creo que deben
ser las campañas sociales. Lo contrario es caer en la demagogia y el
oportunismo… O en un feminismo revanchista tan indeseable como el machismo a
extinguir, por las consecuencias y efecto boomerang que a medio plazo tendría.
Sin carga política alguna,
simplemente pensando en el bienestar de los seres humanos ¿podría hacerse una
encuesta sobre el control – acoso de chicos sobre chicas y viceversa en el
segmento de población de 14 a 18 años? Y después lo hablamos…