¿Peor de lo que hay…?
Santos Rejas Rodríguez
Lo que esté por venir para el gobierno de, esta,
nuestra tierra ¿puede ser peor que lo que hay?
El tejido de la piel de toro huele mal. Está
desmembrada en jirones que chorrean detritus. Levantes por donde levantes,
huele a cloaca. Cuando el Uno, del ahora, menciona lo de tirar de algún colgajo
para orearlo, el Otro, del también ahora, se lo impide bajo amenaza de hacer lo
mismo donde florezca un sembrado putrefacto del primero. Y acuerdan el
inmovilismo, que es la postura conveniente para ambos, de ocultar vergüenzas, desvergüenzas y miserias.
Postura común que no impide aparentar, de cara a la
galería, o sea a nosotros, los enajenados espectadores que a la vez interpretamos
el papel de súbditos, que sus intenciones y desvelos son los de acabar, de una
vez por todas, con las tendencias rapiñeras del contrario, ajusticiar a los
culpables y caminar por una senda constitucional limpia de polvo y paja. ¡ Que este
País, se lo merece !Y los corifeos, de unos y otros, lo publicitan y se aplauden asimismo por lo bien que hacen su labor del ¡tu más! Y ¡todos a callar!
El discurso, hasta el momento, les ha sido útil, muy útil diría. Los rendimientos han sido tales que, como grandes estrategas, han
respetados, casi matemáticamente, la alternancia en el ordeño de la ‘Empresa’ y
la obtención y reparto de beneficios.
¿Hasta aquí hemos llegado? Aún siendo, a estas
alturas, más escéptico que Pirrón, creo que algo se ha movido. No mucho, pero
sí lo suficiente para agrietar lo que hasta ahora parecía esculpido en piedra
diamantina.
¿Peor lo que pueda llegar que lo que hay? Puede ser.
Aunque no está al alcance de cualquiera llegar a su bajura. Tendrán que
entrenar mucho…