jueves, 13 de agosto de 2009

Recuerdos al calor

Recuerdos al calor


La conservación de recuerdos debe hacerse con la misma delicadeza y
exquisitez con la que se procede con las mariposas para que no pierdan
su cromatismo.
La manipulación, y no digamos el manoseo, hace que los brillantes
colores se desvanezcan hasta adquirir tintes parduscos
o, lo que es peor, traslúcidos,
convirtiéndolos en invisibles y por tanto perdidos por los interiores
e irrecuperables quizás para siempre.
Y es inútil empecinarse en ser recuerdo, en formar parte
de los recuerdos ajenos...
¿te acuerdas de mi? ¿Me recuerdas? ...No. Rotundamente,no.
Y no es por la treintena de kilos de más.ni por la indefinible edad,
ni siquiera por
el incipiente -o quizás no tan incipiente hirsutismo facial. No.
Es que la chica de trenzas negras y piernas de calcetines,
la de los lazos verdes y ojos de miel,
la de risa contagiosa y mano húmeda,
en definitiva, 'la de mi recuerdo' adolescente de 'quince
años tiene mi amor", no se asemeja en nada a tu realidad,
nada que ver contigo...
Abrí los ojos y la pesadilla que me zarandeaba insistiendo en ser mi recuerdo
se desvaneció..
sin duda derretida por este tremendo calor. ¡Qué alivio!.