Motivación para escribir
Santos Rejas Rodríguez
A la pregunta ¿por qué escribes? Me salió rápida y sin
pensar la respuesta:
Escribo porque tengo interés en conocer la parte
humana del ser humano que, aunque en ocasiones dudemos que la tiene... la tiene,
la tenemos.
Me interesa la zona de gozos y la de sombras, la de la
risa y el llanto, la efervescente y la callada, la oculta y la evidente. Y
todas ellas en su conjunto y cada una individualizada, las que forman parte de
un ser incipiente, niña o niño, o en evolución y en lucha constante consigo
mismo: en la adolescencia… También en la edad madura, en el declive o a las
puertas de un más allá incierto y sin respuestas aún a pesar del tiempo en que el
ser humano se está haciendo la pregunta de ¿Quién soy? ¿de dónde vengo? y si iré alguna parte.
Y siento curiosidad, también, por el entorno en el que
cada una de esas facetas se han desarrollado y existen o han existido. Y cuáles
son sus costumbres. Es decir, y en resumen, soy un costumbrista convencido,
quizá trasnochado, pero es lo que soy como escritor y por lo que escribo, sobre
las cosas que pasan, sobre el caminar la vida del ser humano.
También, lo de escribir,
lo necesito por supervivencia, como válvula de escape que alivie el dolor de
los hondones, el que genera el sufrimiento de seres humanos próximos sin poder
mitigarlos.
Y quizás escriba por la esperanza de conocerme un poco,
buscando dentro de mi alguno de esos componentes humanos que percibo en los
demás y, que, como se dice por mi tierra: pué que los haiga.
Pues eso.