domingo, 23 de abril de 2023

La vocación y (o) la vida

 

La vocación y (o) la vida

Santos Rejas Rodríguez

Naces a la vida dando berridos y, tras una pausa más o menos larga, comienzas a caminarla. A cuatro patas. Tan ricamente. Y así continuarías si no fuera porque una mano envidiosa, y adulta, se agarra a la tuya y te obliga a hacer la andadura a su imagen y semejanza. Bípeda. Te convierte en un bípedo.

No lo sabes, pero acabas de cagarla. Desde ese momento tus pasos se encaminarán sin remedio a una etapa de contrasentidos, incertidumbre y desolación: la adolescencia. La época que te marcará. La que te pone de cara al: ¿ qué hago con mi vida? Y en la que planeas tu futuro. Quiero ser: «piloto, fontanero, médico o explorador de lo no explorado o... yo qué sé», entre otras opciones igual de absurdas.

Tras idas y venidas y vueltas y revueltas («¿dime amigo a dónde vas?»), y dado que en esa etapa inmisericorde quieres ayudar a los seres humanos, incluido el que te jodió el caminar a cuatro patas, decides, por ejemplo, ser psicólogo. Como eres de ideas fijas y decisiones firmes, dedicas los cincuenta o más años de vida a limpiar traumas ajenos y otras bajezas de la alfombra. Misión cumplida, a disfrutar del retiro y a la espera del desenlace.

En alguna ocasión he mencionado que existen vocecitas cabronas. Añado que también las hay muy hijas de puta: «¿a lo que dedicaste tu caminar, bípedo, era tu verdadero destino?» pregunta la vocecilla aludida, y añade sin respiro: «¿le ha dado sentido a tu vida?, ¿mereció la pena? ¿en el desnacer te despedirás con la sonrisa del deber cumplido o con el berrido de la nascencia?».

Meditando respuestas una semilla germina y eclosiona: ¡No! ¡Ni por asomo! ¡No era eso, no era eso!



Y el grito, surgido desde lo hondo, sin piedad alguna, te suelta: «tenías que haber dedicado la vida a sexador de aves y gallero profesional, como don Luis Macarena, el Cojo». Y remata: «El cambio de las cuatro patas a dos y el trancazo de la adolescencia fueron los culpables de un desvío que ya no tiene vuelta atrás».

Pues eso.