¡Impacto!
Santos Rejas Rodríguez
He leído que el ayuntamiento de Madrid ha realizado,
o encargado, un trabajo sobre «Impacto de género por el soterramiento de la
M-30». Ignoro los pormenores pero sí he escuchado la justificación de un
economista, en concreto del Sr. Garzón que, más o menos, ha dicho: ‘dado que la
mujer utiliza más el transporte público que el hombre, el soterramiento es
favorable para el género masculino que utiliza más el automóvil’.
Imagino, como aficionado a la investigación y a los
análisis, que el estudio tendría como punto de origen el tránsito, por géneros,
que soportaba la M-30 con anterioridad al soterramiento y la puesta en relación
con el actual. Asimismo las muestras habrán sido estratificadas: tramos de
edad, niveles socioeconómicos, profesión, peso del género por circulación según
horarios…y estado de satisfacción, antes y después, según encuesta de población,
tanto de viajeros en coche privado como público, y peatonal.
Puede que la conclusión haya sido que, en efecto, el
enterramiento de la M -30 beneficia más a hombres que a mujeres. ¿Y ahora qué,
me pregunto? ¿Mejor ciegos que tuertos? ¿Se tapona? ¿Qué tramos? ¿Desde el
Calderón a Legazpi? ¿Desde Pirámides a la salida a Toledo? ¿Dejamos como está,
pero poniendo la cara colorada a la herencia recibida? ¿Servirá para que se
realicen estudios de impacto de género previos a soterrar otras como la de la
Gran Vía madrileña? ¿Elaborados por los servicios técnicos del ayuntamiento o
por empresas ajenas?
Y aquí lo dejo, que he visto a Martirio «apoyá en el
quicio de la mancebía» y quiero analizar el impacto con el de los ojos
verdes…mayormente por ver si habrá o no soterramiento. Pues eso.