¿Y S.M. el Rey?
Santos Rejas Rodríguez
Soy uno de los españoles que contuvieron el aliento aquel
lejano 23 F hasta la comparecencia del entonces rey de España don Juan Carlos
I. Respiré con alivio, descansé unas horas y reanudé mi actividad familiar y
laboral de cada día.
No pretendo comparar aquella situación con la que se está
viviendo en Cataluña. Nuestra Cataluña. En aquellos entonces el golpe de estado
habría conllevado desgracias irreparables, pérdidas de vidas de quienes estaban
gestando la pacífica transición democrática. Tampoco voy a minimizar la
gravedad de la situación en la que hoy estamos inmersos todos los españoles,
queramos o no.
¿Dónde está en estos momentos el rey de España? ¿La
situación es tan baladí que no precisa de su presencia y arbitrio regio? ¿Sus
consejeros son tan clarividentes como los de los gobiernos de España
y Cataluña y le están manteniendo al margen? ¿O ya dan por hecho que dentro del
reino de España estará ubicada la república de Cataluña?
Ignoro las respuestas a los interrogantes pero ¿no es
natural que cuando una parte del reino está en peligro el mayor interesado en
resolver el conflicto sea el rey? Porque si no es así habría que cuestionar la
pervivencia de la institución…
No seré tan atrevido como para decir eso de ‘si yo fuera el
rey…’, pero desde luego, si por unas horas lo fuera, saldría en todos los
medios de comunicación para anunciar la disolución de las cortes, las generales
y la de Cataluña, mandando a todos los actuales representantes políticos al paro.
¿Y después? Peor de lo que hay…