martes, 18 de noviembre de 2014

¡Ese corazón...!

¡Ese corazón…!

Santos Rejas Rodríguez


Los jueves, por razones explicables que no hacen al caso, no puedo acudir al gimnasio a liberar mi espíritu. El pasado fue una excepción por el día, por la hora y por el objetivo: cansar el cuerpo dejando lo del espíritu para los días habituales. Una máquina de las denominadas ‘de cardio’ que capta y digitaliza en pantalla hasta el aliento que expeles fue la elegida como compañera de fatiga, de la mía, claro.


Fui sacado del automatismo físico y la abstracción de pensamiento por un corazón palpitante frente a mis ojos. Deduje que no era el de la máquina sino un indicador del ritmo del mío y, en efecto, comenzaron a salir números crecientes: 135- 139- 143…154…y llegado a este punto, a una seña mía, se acercó la monitora, siempre atenta. Resumo: mi ritmo cardíaco oscila entre 65-70 en reposo y 110-120 en actividad, por tanto…
Como mi respiración era bastante normal, no se me había subido a la cabeza ni la espuma de una tristeza, ni me veía cantando por Sabina lo del bar de Nicanor, sugerí, antes de recurrir al 112, cambiar de máquina y hacer otra medición. Mis latidos no pasaron de 120…¡Uff!
Pero soy analítico y, a ráfagas, incluso introspectivo. Y dándole a las piernas de nuevo, con objeto de asegurarme de que había sido un fallo de la máquina, retrocedí hasta hacer consciente,¡ay, Freud! lo que estaba pasando por mi inconsciente cuando el corazón se visualizó ante mis ojos latiendo desaforadamente…¡Hostias…! digo ¡Eureka! ¡La intención de votos a Podemos! ¡la había escuchado momentos antes de entrar al gimnasio…! ¡En eso estaba mi mente ocupada! 
Y con el retorno del recuerdo,  de nuevo mi corazón: 135- 149- 151…
Recurrí a lo aprendido: respiración diafragmática acompañada de  intervención cognitiva: ¡No eres Mariano!, me iba diciendo lentamente... ni Pedro ni Cayo... Rosa o Esperanza tampoco... Ni siquiera Gaspar… Y mi tasa cardiaca: 145- 130- 120… Continué respirando y convenciéndome: ¡Y no tiene porqué ser el big bang! ¡Y quizás sea flor de un día…!
Y el corazón: 105- 90- 70…Y ahí dejé la terapia no fuera a sufrir una parada que, aunque transitoria, resulta muy enojosa y atrae a desocupados...que luego votarán vaya usted a saber

(Publicado el Nuevatribuna.es el 14 de noviembre:


lunes, 3 de noviembre de 2014

¡Qué fácil es...!

¡Qué fácil es…!



Santos Rejas Rodríguez


Desde hace años, cuando salió al mercado el primer Kindle, utilizo el lector de libros electrónico. Ahora en su versión avanzada con pantalla táctil, luz y utilidades como diccionarios, traductor, etc. ¡la frikiadicción y tal! Me es muy cómodo para leer los pesados ‘tochos Follianos’ , y similares, de novecientas páginas, que me vencían los brazos al leer encamado y, también, para ajustar el tamaño de letra a estos ojos cansados de lo tanto visto.
Con esto no quiero decir que he abandonado ‘el papel’. Ni mucho menos. Sigo  leyendo, acariciando y oliendo libros nuevos y releyendo, regurgitando y deglutiendo los de siempre. Unos pocos ocupan mi mesilla de noche (¡qué antiguo!) en mezcolanza: inquilinos de siempre, mediopensionistas y arribistas con pretensiones. Allegados insidiosos apuestan que entre ellos, los permanentes,  seguro que hay un ‘Príncipe’ y probable un ‘Sin Tzu’. Algo hay de cierto…El Principito va y viene según épocas. Sobre guerras no sé nada, o casi…




Un medio pensionista es un Borja. Un cuerdo a imitar en su locura. Su libro, único, lo leo, releo, subrayo y anoto al margen. Pregunto, interrogo, río, niego, afirmo…y me hace pensar siempre ¡y mira que da pereza! Pero ¿Quién permanece impasible ante? : ‘Uno no vino a querer una sola vez ni a querer a una sola persona. Uno tiene que estar donde lo quieran a uno y con quien lo quiera a uno…hay que lograr la capacidad de estar donde se quiera, con quien se quiera, el tiempo que se quiera. Y de poder irse cuando uno quiera, lo cual no es ninguna tragedia’
Y mientras camino con el sobrepeso de los huesos de los santos pero con el alivio de los buñuelos de viento, me digo: ¡qué fácil estar, qué difícil ser!

(Publicado el día 2 de noviembre en Nuevatribuna.es: