De cargas y niños…y viceversa
Santos Rejas Rodríguez
Utilizo una
mochila en bandolera cuando transporto algunos libros, cuadernos y similares.
Hoy es una de esas veces. Como pesa más de lo habitual he intentado alternar el
hombro del sustento. Tarea inútil: a escasos segundos de colgarla del hombro
izquierdo se desliza haciéndolo imposible. Una cosa trae a otra. En este caso
de cuando a mi hermano, el pequeño, al tomarle medidas para confeccionarle su
primer traje a ídem, el sastre le preguntó: ¿de qué hombro cargas, chico? Yo
soy capuchón, contestó.
Y me hubiera
seguido solazando en el recuerdo, riéndome en los adentros, cuando una imagen
se interpuso: La del Congreso de los Diputados mostrando el primer plano de una
señora, asentada en un escaño, acogiendo entre sus brazos a un bebé. Luego he
sabido que el niño es su hijo. Y ella Diputada. Ha manifestado, la Diputada,
que una madre debe llevar a su hijo al trabajo, mayormente por lo del ‘apego
materno’.
Como psicólogo
estoy de acuerdo con lo del apego del niño a la madre, y al padre, en especial
en el primer año de vida del infante, e incluso más. En lo de que para
conseguirlo hay que portarlo en el trabajo, tenerlo encima, amamantarlo in situ,
acunarlo, cuidar su higiene…ya lo veo más complejo porque ¿y si la madre
trabaja en un ambiente de riesgo químico o explosivo? ¿O en una cadena de montaje?
¿O en instituciones como las penitenciarias, de seguridad del estado, bomberos,
sanitaria, del profesorado? ¿Y si su ocupación
es la recogida de residuos callejeros? ¿O conductora de autobús, piloto o
taxista? Y así un largo etcétera que no quiero alargar para no ser cansino.
Si lo que
pretendía esta madre era restar protagonismo a la constitución del Congreso, lo
logró. Tampoco era tan difícil. Si su pretensión es añadir un privilegio más,
una prebenda al ‘oficio político’, en este caso en su versión diputada, lo logrará…y
con la connivencia de los votantes, añado.
Pero me pregunto:
Formando esta madre-diputada parte del Congreso, que tiene la potestad
legislativa, ¿no sería más eficaz, y justo, propiciar una ley que alargue la
excedencia por maternidad? ¿Qué mantenga todos los derechos laborales y
económicos? De esta forma se podría lograr el apego del hijo nacido a la madre,
y al padre, y criarlo en un ambiente distante al de la toxicidad del Congreso,
el de ‘sus’ diputados…¡Ay!
1 comentario:
👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻
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