El día a día…
Santos Rejas Rodríguez
A través de Google estaba buscando un manual
completo de terraja, en versión pdf, con el fin de documentarme e intentar el
ajuste de un empalme de la lavadora que desde hace unos meses incrementa mi factura de agua y, además, supone un sufrimiento para algunas de mis vértebras lumbares
en la tarea de enjugar los charcos con que se anega la cocina cuando,
sea porque aún no estoy lo suficientemente motivado para emprender esa complicada
labor, sea porque los tiempos de fijeza de la concentración ya van en declive, o,
sea por lo que sea, el caso es que mi atención se desvió hacia la frase que un
cliente acababa de espetarle al camarero.
‘-Tengo tan
escasa vida en el hoy que puede decirse que mi vivir se centra por completo en
el ayer, en el pasado, en lo ya vivido…’ ‘Como un rumiar sin fin’, continuó
diciendo tras el sorbo a la bebida.
‘-Aunque he ido
desbrozando las vivencias…Y me he quedado con aquellas que más satisfacción me
produjeron; en especial las de los quereres. Rememoro cada vez más a quienes quise,
a quienes me quisieron, son el alimento que me hacen seguir en el día a día…cada
día’
Fijando la mirada
en la taza de lo que estuviera bebiendo, añadió: ‘-Sin mi pasado no tendría
ahora presente’ y tras apurar el líquido, finalizó: ´-Y disculpe, amigo, hoy
necesitaba hablar con alguien que no fuera yo mismo’
Aunque todo fue
dicho con un ritmo de voz pausado, en un tono que pretendía evitar cualquier
tipo de modulación emocional, hasta mi llegó esa especie de dolor que cala los tuétanos.
Al llegar a casa,
y ver cómo me hacían guiños lagunares en
el suelo de la cocina, recordé lo del manual de la terraja ¡ay!
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