martes, 27 de octubre de 2015

Automatismos

Automatismos

Santos Rejas Rodríguez


En lo cotidiano hemos generado múltiples automatismos, lo que nos permite dedicar la atención a otros procesos que, o son nuevos o precisan de habilidades cognoscitivas especiales. Andar es un automatismo. No necesitamos pensar en pié izquierdo, pié derecho para caminar, pese a la desconfianza que en este proceso tiene el ámbito militar y por eso quien dirige la tropa va ordenando lo de ‘izquierdo, derecho’…

Exprimir naranjas es otro automatismo. Al regresar del gimnasio, de manera mecánica, voy presionándolas sobre el exprimidor mientras pienso en otras tareas. Hasta hoy. Esta mañana, al exprimir la mitad de la primera naranja, casualmente, me fijé en las seis o siete semillas surgidas de ella. Las retiré. Al levantar la cáscara de la otra mitad, en la rejilla del exprimidor no había semilla alguna. Presté atención a la siguiente: primera mitad, ninguna semilla; segunda mitad, ocho semillas de diferentes tamaños…



Mi componente empírico, aunque no llega a tomasiano, me impulsó a exprimir una tercera naranja: idéntico resultado que en los casos anteriores. Una mitad era portadora de semillas y la otra, no.
Mientras bebía el zumo comencé el auto interrogatorio: ¿He ahí el secreto de la media naranja complementaria? ¿Una aporta la semilla y la otra más zumo? ¿Qué ocurre si hay naranjas cuyas dos mitades carecen de semillas? ¿Y  en las que ambas las tienen? Y el aroma ¿Es patrimonio de una de ellas? ¿Y su dulzor o acidez?

-¡¡¿La última?!! La interrogación afirmación, unida al toque recibido en mi espalda de la recién llegada a la cola del pan, me devolvió a la realidad. Ignoro cómo, por los automatismos sin duda, me había duchado, vestido y caminado hasta la panadería… –Sí…¡señora!, soy ‘el último de la fila’, respondí mientras la miraba preguntándome ¿Hay medias naranjas secas? ¿Y  complementarias a la sequedad ?


Pedí ‘una gallega’ y, pellizcándole un pico, me alejé.

No hay comentarios: