Amor, amores…y tal
Santos Rejas Rodríguez
Al filo de la
medianoche una persona, amiga, me pregunta si es posible volver a enamorarse…Pregunta honda para cualquier humano que, habiendo
estado enamorado en un único momento de la vida, tenga que responder.
Un ‘no’, a bote
pronto, rotundo y sin matiz alguno me pareció respuesta inadecuada. En lo del
amor hay matices…o sea, amores y posturas ante él y ellos, dije.
Y hablé de
un: ‘te has quedado aquí/tan dentro de mí/que no tengo amor/para nadie más/En
mi corazón/sólo cabes tú…’
Tan único y diferente a: ‘Y mañana verás/que es
mejor olvidar/que llorar por amor…/La vida es ancha/y estos golpes del amor/se
olvidan/después de cada noche/nace un sol…’
Y así,
intercalando para rematar el ‘ya lo ve,/yo no estoy loca/estuve loca ayer/pero
fue de amor…,’ fui saliendo, 'peraleanamente', del paso…
Pero al despuntar
el amanecer tras la sierra de la Mosca, emergiendo un perfil de corazón,
sagrado o no, pero sangrante sí; a solas, sin necesidad de adornos escapistas,
la vocecilla de la mismidad decía ¡Qué bonitas letras! ¡Qué estribillos tan pegadizos!
Pero ¿y la música? ¿Por qué no has hablado de la música? ¿De cuándo la pérdida
del amor conduce a la ausencia del YO? ¿De esa pérdida, ¡ay!, tan eterna ella; tan irrepetible? ¿Dónde la has dejado?
Y los posos del
té, fríos ya, desprovistos de pasión, me hacían guiños indescifrables…y tal.
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