A la americana…casi
Santos Rejas Rodríguez
Regresando desde
ninguna parte a mi casa entretenía el tiempo de trayecto tomando unas notas en
mi cuaderno. Al aproximarse el tren a una estación se quedó libre el asiento
contiguo y, dado que el vagón iba prácticamente vacío, fui a depositar sobre él
la mochila para escribir con mayor comodidad. En la acción, del bolígrafo que
portaba en la mano, salió disparada la barra y el muelle, chocando ruidosamente
contra el respaldo. La mujer que hacía unos instantes lo ocupaba y esperaba
ante la puerta la llegada del metro a su estación, me miró: -Menos mal que ya
te habías levantado, dije. –No hubiera pasado nada, como mucho una pequeña mancha
de tinta, contestó con sonrisa de caramelo. –Pero se podía interpretar como
agresión… en los tiempos que corren… repliqué. –Para nada, dijo ella, nunca se
me hubiera ocurrido.
Y las miradas de ambos quedaron enganchadas…
Y aquí el ‘casi’
del título: En América, o sea en USA, o al menos en NY, el hombre se hubiera
bajado también en esa estación, o a la mujer se le hubieran cerrado las puertas
sin darle tiempo a salir…U otra de las reacciones que hemos visto cuando
suceden los fortuitos encuentros que allí se dan en grandes almacenes, librerías
e incluso en un paso de peatones
Yo me quedé
pasmado en mi asiento, recomponiendo las piezas del bolígrafo, mientras la
mujer de sonrisa dulce y mirada intensa,
y también viceversa, se alejaba por el andén.
Llegado a mi
estación, y mientras encaminaba mis pasos a la panadería, una vocecilla
interior me decía: más vale que el encuentro vaya a nutrir el mundo del pudo
ser, de ese donde quizás esté vagando el amor perdido, a que cristalizara en un
desamor del mundo real…vocecilla de escasa convicción, claro.
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