Encuentros sorprendentes…
Santos Rejas Rodríguez
Viajaba en
el autobús 21, en ruta hacia la Castellana, mientras iba pensando en las
inteligentes medidas de nuestro Ayuntamiento para reducir, e incluso eliminar,
la contaminación que nos tiene emboinados desde el inicio del año ¡que llueva, que llueva! cuando
bruscamente, y sin mediar frenazo alguno del vehículo, mi atención quedó
prendida como flecha en diana en ¡Rosa Diez comprando cupones de la ONCE! ¡Y
frente por frente de la sede del PP! de la Calle de Génova.
Olvidando mi
destino apreté el botón de parada y me apresuré calle arriba para allegarme al
encuentro de su señoría.
¿Qué
motivación ignota había desencadenado mi acción? Lo ignoraba. Una conducta más
a añadir a la cadena de inmotivadas, o sin sentido conocido, que ocupan un
almacén desde mi uso de la razón…
¿Qué iba a
decirla, o callarme, al tenerla frente a frente? Hola: ¿Buscando financiación
para la próxima campaña? ¿Contribuyendo a una acción social? ¿Enfurruñando a
Ciudadanos? ¿Más…? ¿Guiñando al PP? o ¿Incitando a Podemos? Tampoco fui capaz de darme respuesta. Sí
sabía, corazón, dónde estabas. Oía tu palpitar… y cada vez más acelerado por la
prisa y el respirar entrecortado por la contaminación bajera.
No hubo
lugar ni a preguntas ni respuestas. ¡No era ella! Puedo asegurar, y aseguro, que
era su doble exacto. El que buscan con ahínco quienes se dedican a otras áreas
del mundo del espectáculo.
¿Qué hacer
ante el fiasco? En esta ocasión la respuesta fue inmediata ¡compra una tira para
el cuponazo! Por si los dioses quisieran compensar el esfuerzo y aliviar mi
desazón por la oportunidad perdida. Quizás para siempre, ¡Oh fortuna, que esquiva eres...!
(Publicado e
nuevatribuna.es:
1 comentario:
Que gracioso!! Espero que te tocase algo, ja ja!!
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