lunes, 24 de marzo de 2025

Entre Dana y Dana

 

Entre Dana y Dana…

Santos Rejas Rodríguez
 

A través del cristal de la ventana contemplo la lluvia en este día intermedio entre los temporales viajeros que nos recorren al galope.

Es temprano, ningún transeúnte por las calles y escasos y espaciados vehículos.

Domina el silencio de la lluvia que cae de un modo manso, como un transcurrir de vida sin objetivo definido. En la noche quedaron diluidos los chaparrones, las gotas violentas que rebotaban contra el asfalto en vana pretensión de retornar a la nube que las guardaba y protegía. Quizás eran adolescentes, ignorantes aún, de que no existe el retroceso. O tal vez atrevidas gotas explorando lugares fuera de su nube para intentar descubrir territorios alternativos al que ocupaban y probar si son más cómodos y placenteros.

Ignoran, también, que la provisionalidad no tiene lugar en la existencia, que todos los pasos dados son definitivos, que el camino andado es indeleble e irrepetible y que lo vivido, vivido queda. Sin provisionalidades… aunque en el fondo cada ser sienta lo contrario: que todo lo vivido hasta el momento es un ensayo para lo venidero…

Ya es día claro y el silencio de la lluvia es apagado por los ruidos cotidianos interrumpiendo esta reflexión.

¡Por fortuna!

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