lunes, 7 de septiembre de 2015

Inventario de verano

Inventario de verano

Santos Rejas Rodríguez


La proximidad de un nuevo año, cada año, se llena de propósitos: dieta saludable, ejercicio diario, aprender a tocar la guitarra e, incluso, practicar inglés para las escapadas a Londres aunque allí ningún nativo haga el menor esfuerzo para entendernos. Ni siquiera contigo lo hicieron…
Todos los propósitos son producto del invierno oscuro. Por ello las intenciones se pierden en la bruma, se disuelven con la lluvia o se congelan de frío.
El verano es diferente. El sol y el calor nos inunda  y hacen que la estación sea la de los despropósitos bajo el paraguas de ‘estoy de vacaciones y ya tendré tiempo en invierno de dietas en el comer, beber y…en lo que sea, además de aprender guitarra y practicar inglés’. Lo que toca ahora, pues, es darle gusto al cuerpo y, si queda hueco, al espíritu.
Y este verano vacacional, que hoy termina para mi, ha estado pleno de viajes: mar, montaña, patear lo urbano,  copas,  encuentros y reencuentros…y más copas. Alguno de estos últimos –los reencuentros- con personas que fueron muy queridas en primer plano y quedaron atrás a causa del río de la  vida que fluye en torrentera cuando le place y forma estanques a su capricho…  



Así ha ido cincelándose este verano especial. De vino y rosas a la luz del día, incierto en el atardecer y de creciente desolación con la llegada del crepúsculo, cuando la oscuridad de la noche comienza a traer tu ausencia y el frío de la nada. Tan insoportable…

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